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Un sol radiant

DATA ESTRENA: 17/05/2024
SUBTÍTOLS: Sense subtítols
DURADA: 85 min.
DIRECTOR: Mònica Cambra, Ariadna Fortuny
REPARTIMENT: Laia Artigas, Mercè Pons, Núria Prims, Nunu Sales, Jaume Vilalta
GÈNERE:

Sinopsis

El suelo radiante, también conocido como paramento radiante o losa radiante, es un sistema de calefacción que utiliza uno de los paramentos de un local como emisor de calor. Aunque puede emplearse cualquier paramento (suelo, paredes o techo), lo más común es utilizar el suelo.

El suelo radiante funciona mediante la emisión de calor a través de la diferencia de temperatura entre el emisor y el ambiente. Para lograr una emisión eficiente, se emplean bajas temperaturas en el suelo, siendo común que la temperatura no supere los 28 o 29 °C. Este sistema se considera una versión moderna de los antiguos hipocaustos romanos y glorias castellanas.

Una de las principales ventajas del suelo radiante es que permite regular la temperatura del ambiente sin sacrificar la comodidad térmica. Al tener una temperatura radiante media más alta, es posible disminuir la temperatura seca del aire entre dos o tres grados sin afectar la sensación térmica, lo que reduce las pérdidas de calor hacia el exterior.

Además, el suelo radiante produce movimientos reducidos del aire debido a su baja temperatura de emisión y a la extensión del emisor. Esto lo hace especialmente adecuado para locales con techos altos, evitando el problema de la estratificación térmica y manteniendo el calor cerca de la zona ocupada.

En el sistema de suelo radiante, el agua circula a través de tuberías a una temperatura moderada, generalmente entre 35 y 45 °C. Esto contrasta con los sistemas de calefacción por radiadores, que utilizan temperaturas de 70 a 90 °C. Gracias a esta moderada temperatura del agua, el suelo radiante puede ser utilizado en combinación con colectores solares, sin necesidad de un calentador de apoyo.

Sin embargo, el suelo radiante convencional presenta el inconveniente de la acumulación de calor, especialmente en lugares con clima variable. Esto puede generar un exceso de calor en el ambiente, ya que la liberación del calor interno puede llevar varias horas. Para contrarrestar este problema, se ha desarrollado un sistema similar a la calefacción por agua caliente, con una caldera y una red de distribución, utilizando el suelo como emisor.

En el sistema de suelo radiante, las tuberías de agua se distribuyen sobre el forjado, con un aislante térmico que evita la disipación del calor. Sobre las tuberías se coloca una capa de mortero de cemento o anhidrita y arena, y finalmente se instala el solado deseado, como piedra o baldosa cerámica. Es importante utilizar un material poco aislante del calor, ya que el contacto directo con el suelo caliente compensa cualquier posible molestia causada por el material.

En cuanto a la regulación de la temperatura, se utiliza una centralita que recibe información de dos sondas: una exterior y otra situada al inicio de la tubería de impulsión. La centralita ajusta la temperatura del agua mezclando el agua caliente de la caldera con agua del retorno enfriada, con el objetivo de alcanzar la temperatura deseada en el suelo radiante.

Es importante mencionar que el suelo radiante puede utilizarse no solo para calefacción, sino también para refrigeración. Aunque no puede lograr una verdadera refrigeración, se puede conseguir un refrescamiento del aire mediante la circulación de agua fría en las tuberías. Esto ayuda a mitigar las altas temperaturas en períodos cálidos, especialmente en climas secos.

En cuanto a las fuentes de energía utilizadas, el suelo radiante puede beneficiarse de energías renovables como la geotérmica o las energías residuales. Sin embargo, es importante considerar la infraestructura necesaria para aprovechar estas fuentes de energía, lo que puede resultar complicado en edificios individuales.

La energía solar térmica también puede utilizarse en sistemas de suelo radiante, aunque su rendimiento puede verse afectado por la temperatura exterior y la disponibilidad de insolación. Otras opciones incluyen el uso de bombas de calor alimentadas por electricidad o el uso de resistencias eléctricas para la generación de calor.

En resumen, el suelo radiante es un sistema de calefacción eficiente y cómodo que utiliza el suelo como emisor de calor. Su capacidad de regular la temperatura ambiente, la reducción de pérdidas de calor y la posibilidad de utilizar energías renovables lo convierten en una opción atractiva para la calefacción y refrigeración de diferentes tipos de locales.