Mercado de la Libertad
El edificio del Mercado de la Libertad, ubicado entre la calle Grande Gràcia, la plaza Gala Placídia, la Travessera de Gràcia y la calle del Cigne y de la Oreneta se inauguró oficialmente en 1893, aunque, desde mucho antes, y al raso, ya se hacía un mercado, donde la gente de Gràcia podía comprar productos de los campesinos de los pueblos del llano de Barcelona y del Vallès, carne y, también, pescado fresco de la Barceloneta.
Desde entonces, el Mercado de la Libertad de Gràcia ha evolucionado hasta convertirse en un referente de calidad y proximidad en el ámbito de la alimentación tradicional. El primer gran hito logrado por los vendedores de este mercado fue la construcción de una cubierta de hierro en 1875 que les permitía seguir con su actividad a pesar de las inclemencias meteorológicas y que se convirtió en aquella época, una de las estructuras con más luz de todo Cataluña.
Años más tarde, el 16 de agosto de 1893, coincidiendo con la Fiesta Mayor de Gràcia se inauguraba el nuevo mercado, totalmente cubierto y cerrado, con una nueva estructura de hierro fabricada en La Maquinista Terrestre y Marítima, de Sants y diversidad de paradas en su interior. En el exterior se mantuvieron algunas paradas de payeses que se complementaban con algunas otras de fabricantes de cestos, alfareros y otros artesanos. Con el tiempo estas paradas dieron paso a los encantes del Mercado de la Libertad de Gràcia actuales que rodean el mercado y donde se puede comprar ropa y menaje de hogar.
Con más de cien años de historia, el Mercado de la Libertad protagonizó una remodelación integral a partir del año 2005. Este proyecto, liderado por el estudio de arquitectura PB2 Proyecto, buscó no solo modernizar las instalaciones, sino también preservar la esencia arquitectónica original.
El traslado temporal a la plaza Gala Placídia permitió ejecutar las obras sin interrupciones. El resultado fue una estructura renovada, con instalaciones modernas y una estética que preserva la historia y la arquitectura original de este mercado centenario de Barcelona.
Hoy, el Mercado de la Libertad continúa siendo el lugar preferido de muchos vecinos del barrio para comprar alimentos frescos y de calidad en Gracia. Con 1.300 m² de superficie ofrece más de una veintena de paradas donde comprar productos de proximidad, además de una amplia gama de productos tradicionales y un ambiente que garantiza una experiencia de compra única aquí. En el Mercado de la Libertad, el comprador encuentra paradas de pescado y marisco, frutas y verduras, pollerías y huevos, carnicerías, tocinerías y charcuterías, legumbres y cereales, olivas y conservas, casquería y bacaladería. Además, el Mercado de la Libertad de Gracia tiene panadería y pastelería, un supermercado que completa la oferta de alimentación del mercado y dos bares restaurantes.
Como servicios destacados, suma, además, aparcamiento gratuito para clientes del Mercado de la Libertad en el aparcamiento SABA de la plaza Gala Placídia y en el Parking Pompeya de la Travesía de Gracia; servicio de reparto a domicilio y servicio de armarios inteligentes donde los clientes pueden recoger su pedido cuando mejor les convenga.
Mapa de Localización
La plaza del Mercado de la Libertad es una zona pacificada con paso preferente para peatones en buena parte de las calles que rodean a este mercado de Gràcia.
Por su ubicación estratégica, a pocos metros de la calle Gran de Gràcia y de la plaza Gala Placídia, este mercado centenario de Gràcia recibe, además, compradores de todo el barrio y de los barrios del alrededor como el Farró o Sant Gervasi y no son pocos, tampoco, los que utilizan el transporte público que llega hasta aquí, bus 22, 24, 27, V15, V17 y D40, metro Fontana y Ferrocarriles Catalanes parada Gràcia, para acercarse desde más lejos y hacer sus compras en el Mercado de la Libertad.